Estudiantes de Agroindustria trabajando por la protección del medio ambiente de Juigalpa

Juigalpa enfrenta un serio problema ambiental, pues las calles de toda la ciudad corren aguas servidas y está cruzada de cauces de “aguas negras” que antes eran lindas quebradas de aguas transparentes y dominadas por caracolitos negros, cangrejos y peces, que desembocaban en el río Mayales que también cruza a la ciudad y este a su vez cae en el lago Cocibolca o de Nicaragua.

Por eso, los estudiantes de Ingeniería Agroindustrial han puesto su empeño en contribuir a la limpieza de esas aguas que caen en el río Mayales construyendo filtros para las aguas residuales que caen de los cuatro cafetines de la Facultad Regional Multidisciplinaria de la UNAN Managua en Chontales, (UNAN FAREM Chontales), y desembocan en el cauce que cruza los terrenos de la institución.

Estudiante mostrando uno de los sistemas de filtrado de aguas residuales que construyeron a los cafetines de la UNAN FAREM Chontales

Contribuyendo con la municipalidad

Esta es una contribución de los estudiantes de Agroindustria de la UNAN FAREM Chontales en beneficio del mejoramiento del medio ambiente en la ciudad y para la municipalidad, la que a su vez está desarrollando el Proyecto de Tratamiento de Aguas Residuales con financiamiento del gobierno de Corea del Sur y fondos del gobierno local.

El proyecto consiste en la instalación 113 kilómetros de tuberías por las calles de la ciudad, con capacidad para que por ella fluyan diariamente unos 11,000 metros cúbicos aguas servidas. Estas aguas que pasarán por un proceso de saneamiento en cuatro plantas de tratamiento que se están construyendo en el sector del basurero municipal que esta ubicado al sur de Juigalpa.

Las muchachas universitarias trabajando de igual a igual con los varones en la construcción de los sistemas de filtrado de las aguas residuales

Este proceso de tratamiento permitirá que se eliminen las letrinas y pilas de aguas residuales que hay en la mayoría de las viviendas, cuyas aguas contaminadas con heces fecales de los servicios higiénicos caen en el río Mayales y en el lago Cocibolca.

Estudiantes financiaron y construyeron las cajas de filtrado

Los materiales fueron adquiridos con recursos propios de los 35 estudiantes de Tercer Año de Ingeniería Agroindustrial; desde ladrillos, arena, cemento, tubos y uniones PVC y mallas metálicas para construir las cajas donde caen las aguas residuales de los cafetines, provenientes del lavado de los trastes de cocina y de los comedores.

Las botellas plásticas de desecho y otros materiales convertidos en adornos u objetos para guardar cosas pequeñas

Las cajas de filtro también fueron construirlos por los mismos estudiantes, varones y mujeres que se organizaron en cuatro grupos.

Todos los desechos de los cuatro cafetines, en su mayoría orgánicos como cáscaras y restos de verduras, desechos de comidas, entre otros, son retenidos en una malla de caja de tratamiento. En tanto el agua sin residuos sigue por una tubería que cae en el cauce.

Estos trabajos fueron diseñados y construidos por los estudiantes como parte de la Asignatura de Manejo de residuos industriales.

O convertidos en juguetes para alegrar a los niños, como este helicóptero

Convirtiendo a la basura en productos comerciales

En tanto, otro grupo de 25 estudiantes del Cuarto Año de la misma carrera, trabajaron en el reciclaje de diversos tipos de materiales como papel, plástico y metales para trabajarlos y darles valor económico, convirtiéndolos en adornos, juguetes y hasta como utensilios de uso en el hogar o en las oficinas.

Ellos recogieron estos materiales de desecho y también organizados en tres grupos de trabajo, se dieron a la tarea de lavarlos y después convertirlos en objetos de uso diario, adornos o juguetes.

¡2019: Año de la Reconciliación!

¡A la libertad por la Universidad!

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