Estudiantes monitores en la Medicina, la metodología para ir aprendiendo y enseñando a ser médico

Los estudiantes monitores son de un gran apoyo en la enseñanza de la carrera de Medicina en la Facultad Regional Multidisciplinaria de la UNAN Managua en Chontales (UNAN FAREM Chontales), porque además fortalecen sus conocimientos y los comparten con sus compañeros de clases, como también contribuyen con los maestros en el fortalecimiento y la calidad de la enseñanza de esta delicada y noble profesión.

La práctica de los estudiantes monitores se desarrollar de manera rotativa entre el grupo de estudios, pero los bachilleres seleccionados son previamente entrenados por sus maestros.

Esto es lo que se observa en el desarrollo de la asignatura de Técnicas de Atención al Paciente que reciben los estudiantes del Primer Año de la carrera de Medicina en el Recinto Universitario “Cornelio Silva Argüello” de la UNAN FAREM Chontales.

Además, ser alumnos monitores les da mucha satisfacción a los estudiantes, porque ellos sienten que se les reconoce su calidad como estudiantes, al tiempo que fortalecen sus conocimientos enseñando a sus compañeros de clase y también aprendiendo de ellos.

En la metodología establecida por los docentes, se implementa la estrategia del alumno monitor, donde cada semana, voluntariamente el estudiante elige el procedimiento que va a desarrollar, que le permite fortalecer la convivencia entre maestro-alumno, alumno-alumno y ellos asumen un rol que se desarrolla durante la clase práctica, facilitando un aprendizaje significativo entre el grupo, crea un clima de confianza y además, se brindan una atención individualizada.

Los estudiantes practicando la suturación de heridas utilizando las pinzas

Esta metodología se desarrolla bajo la conducción de las docentes y enfermeras con muchos años de experiencia, MSc. María Mercedes Zapata Quintanilla y MSc. Carmen Dolores Castrillo Reyes,

Técnicas de Atención al Paciente (TAP)

La asignatura de Técnicas de Atención al Paciente (TAP) forma parte de las asignaturas de formación básicas del Plan de Estudio de la carrera de Medicina, donde el estudiante comienza a aprender las habilidades y destrezas de las técnicas y procedimientos de la atención al paciente. También refuerza la importancia de la función diaria en el cuidado del individuo, la familia o la comunidad.

Contiene aspectos básicos de la relación de la relación médico-paciente, técnicas en el manejo del riesgo médico, técnicas de atención especializada al paciente y sobre el soporte vital básico. Así mismo, incluye aspectos prácticos relativos a la toma de los signos vitales, administración de medicamentos, manejo del campo estéril, suturas, entre otros.

En esta destreza se les enseña cómo debe ser el uso de las manos, cómo utilizar el hilo sin rasgar la piel del paciente, la inocuidad de herramientas y del lugar de trabajo y el aseo personal para no infectar al paciente

Estudiantes monitores rotativos

Previamente, los estudiantes monitores son seleccionados de manera voluntaria,  10 por semana, por sus maestros y capacitados para multiplicar sus conocimientos en clases prácticas con sus compañeros. A la siguiente semana se elige a otro grupo de estudiantes para que aprendan a dominar otra técnica y la enseñen al resto de compañeros. De esta manera, todos los estudiantes del grupo son entrenados como estudiantes monitores, para que al final del semestre se hayan formado como médicos líderes y de alta calidad y competencias.

En las clases prácticas, el monitor va explicando el procedimiento, con el objetivo de lograr que la teoría y práctica se aprendan de manera simultánea, o como ellos dicen, “que la teoría y la práctica vayan de la mano” y a la vez ellos evalúan al compañero con la rúbrica de evaluación y cada uno conoce inmediatamente su calificación.

A los estudiantes no les importa el tiempo que dedique a sus estudios y prácticas, pues están conscientes de que su preparación debe ser excelente para también dar un atención de calidad a los pacientes.

Alumnos monitores

El bachiller Antonio González Miranda, alumno monitor del Primer Año de Medicina, estuvo enseñando a sus compañeros sobre cómo hacer la técnica de suturas de heridas y sobre los tipos de puntos que se hacen para cerrar esas lesiones.

En esta ocasión explicaba cómo hacer el punto discontinuo y los cuidados que se deben tener en los movimientos de las manos, cómo agarrar la pinza y cómo jalar el hilo para no desgarrar la piel del paciente y que la saturación sea de buena calidad, tener mucho cuidado en este procedimiento, porque si se rompe la piel al jalar el hilo le provocarían otra laceración al paciente, explicó.

Relató que los alumnos monitores son seleccionados para compartir conocimientos y ayudar a los demás compañeros en el dominio de las diferentes técnicas, entre estos vendajes, cambios de apósitos o la administración de medicamentos por vía intramuscular, subcutánea, intravenoso o venoclisis.

“Los compañeros captan bien en cómo hacer los procedimientos y los desarrollan tal como se les enseña, cumpliendo con los protocolos que deben aplicarse”, agregó.

La profesora MSc. Carmen Dolores Castrillo Reyes, gabacha de color, durante las prácticas de los estudiantes monitores.

“En la UNAN FAREM Chontales he aprendido mucho”

El bachiller Henner Smith Medrano Aragón también colabora con sus maestros como estudiante monitor, reveló que estudiaba medicina en otra universidad de Juigalpa y que no estaba satisfecho con la calidad de la educación, pero desde que se trasladó a la UNAN FAREM Chontales han mejorado sus conocimientos de medicina.

“Si comparo, aquí he aprendido mucho. He aprendido de métodos y procedimientos que no había logrado comprender o entender. En la otra universidad recibía sólo la teoría, pero aquí en la UNAN FAREM Chontales he aprendido que la teoría va de la mano con la práctica. Eso me ha ayuda a comprender mejor estos procedimientos para dar una mejor atención a los pacientes”, aseguró.

Familia de médicos

Mientras que Br. Ramón Alberto Suárez Orozco, expresó que a él siempre le ilusionó estudiar medicina, además que la mayoría de sus familiares son médicos y que ellos incidieron en que también estudie medicina.

Aprendiendo a poner apósitos para proteger las heridas.

Como en el caso del estudiante anterior, el joven Suárez Orozco afirmó que a él le gusta mucho estudiar medicina en la UNAN FAREM Chontales. “Estuve en otra universidad, pero aquí he aprendido mucho, empezando desde el cambio de apósitos o como hacer suturas. Aquí siempre hacemos la práctica de las destrezas para dar una buena atención al paciente para que se sienta cómodo, tranquilo y en confianza con nosotros”.

Un largo periplo para estudiar medicina

“Estoy muy feliz con la carrera que estoy estudiando, con lo que estoy aprendiendo. Yo siento que estoy aprendiendo mucho para atender bien a los pacientes. He aprendido a cómo hacer suturas, cómo tratar al paciente para que se sienta seguro con nosotros, que tenga confianza en la atención que se les dará” afirmó la joven br. Kenia Carolina López Marín, estudiante originaria del municipio El Tortuguero de la Región Autónoma del Caribe Sur (RACS).

Muchos de los estudiantes de Medicina y de otras carreras de la UNAN FAREM Chontales proceden de comunidades muy alejadas de Juigalpa, pero el sacrificio vale la pena por la calidad de formación que reciben en esta facultad y por la satisfacción personal y orgullo de la familia.

Pero relató para ella ha sido muy difícil poder estudiar en la universidad y con mucha más razón la carrera de Medicina. “Es difícil tener las condiciones para salir a estudiar una profesión desde mi pueblo hasta lugares tan largo, como venirse a estudiar hasta en Juigalpa”, expresó Kenia Carolina.

Agregó que eso ocurre porque a los jóvenes se les dificulta salir del pueblo para estudiar en una universidad debido a las condiciones económicas de la mayoría de la población y por la lejanía con las ciudades donde están las universidades.

En este sentido relató que tarda hasta 10 horas para regresar a su casa desde Juigalpa hacia El Tortuguero. Desde Juigalpa se traslada en bus hasta ciudad El Rama y ahí aborda 6 camiones para llegar hasta su casa. Por eso, son pocos jóvenes los que pueden salir desde El Tortuguero para estudiar en una universidad en cualquier parte del país.

Entre los estudiantes de Medicina hay jóvenes que proceden de comunidades del Departamento de Río San Juan y de municipios muy alejados de la Regiòn Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua.

Kenia Carolina va pocas veces a ver su familia porque el viaje es de todo el día desde Juigalpa, saliendo temprano en bus hacia ciudad El Rama, donde debe estar a tiempo para abordar un camión que la llevará hasta Huapi, donde busca otro camión que la traslade hacia la comunidad El Marrón.

En El Marrón sube a otro camión que la traslada a Walpapigne, en este pueblo debe estar a tiempo para abordar otro camión que llevará hacia la comunidad El Salto y ahí vuelve a abordar otro camión que por fin la llevará a su casa en El Tortuguero.

Esta es una de las causas por las que para ella es un gran privilegio poder estudiar en la universidad y mayor aún en Medicina. “Estoy demasiado feliz por haber salido de mi pueblo para aprender cosas nuevas, para estudiar Medicina y poder ayudar a las demás personas”.

Felices por estudiar medicina

Otras estudiantes de medicina que participaban en estas clases prácticas fue Tania González Rodríguez, procedente de la comunidad Las Azucenas, cercana al municipio de San Carlos, Río San Juan.

Todos los estudiantes hacen la pràctica de monitores de manera rotativa, para que todos aprendan el dominio de las destrezas con gran calidad. Entre ellos las profesoras MSc. Marìa Mercedes Zapata Quintanilla y MSc. Carmen Dolores Castrillo -al centro con gabachas de colores- dirigiendo a sus alumnos.

Tania explicó que en su casa nadie ha estudiado medicina. Pero… “se me vino el sueño de hacer el Examen de Admisión en la UNAN FAREM Chontales, aplicando para Medicina, porque me gusta mucho la carrera y poder ayudar a las personas más vulnerables. Ahora estoy feliz estudiando y ya he aprendido muchas cosas en este primer año de estudio”.

Mientras que Nayeli Isabel Osejo Espinales también procedente de Las Azucenas, Río San Juan, explicó que decidió estudiar Medicina porque su familia tiene una farmacia, pero nadie había tenido el deseo de estudiar esta carrera y hasta se sorprendieron cuando les dijo que había decidido estudiarla.

“Siempre he tenido esas ganas de ayudar a quienes lo necesitan y esta es una carrera que me permite hacerlo. Elegir una carrera universitaria es una decisión muy difícil, pero tiene su recompensa si es bien elegida”, afirmó.

Galerìa de los estudiantes en sus prácticas individuales.

¡2019: Año de la Reconciliación!

¡A la libertad por la Universidad!

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