La Gesta Heroica y Revolucionaria de Sandino

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El general Augusto César Sandino es el resultado de las circunstancias que vivió desde su niñez y de las que vivió siendo apenas un adolescente, al ser testigo del asesinato del general Benjamín Francisco Zeledón Rodríguez, viendo cuando lo arrastraron en una carrera tirada por bueyes por las calles de Catarina, Masaya, explicó el doctor Julio César Abaunza Flores, Decano de la UNAN FAREM Chontales.

Esta fue la cuarta disertación del Ciclo de Conferencias para conmemorar la Resistencia Indígena, Negra y Popular de Nicaragua, en un “Recorrido histórico de la lucha del pueblo nicaragüense por su verdadera independencia”, que está desarrollando el Departamento de Ciencias de la Educación y Humanidades de esta facultad.

Estudiantes, maestros, trabajadores administrativos, dirigentes de UNEN FAREM Chontales y delegaciones de trabajadores de las instituciones del Estado asisten a las conferencias.

Nicaragua, un pueblo de luchadores

El maestro Abaunza Flores inició su conferencia haciendo hincapié en lo expresado por el técnico del equipo de futbol Saprissa de Costa Rica, quien expresó ante la derrota que sufrió su equipo al enfrentar al Real Estelí de Nicaragua, quien expresó que era comprensible haber sido vencido por este equipo esteliano, porque “los nicaragüenses son un pueblo de luchadores”.

El maestro Abaunza agregó que, a diferencia de este dirigente deportivo que reconoce la bravura del pueblo nicaragüense, los enemigos como los Estados Unidos “pueden decir que somos guerreristas, otros pueden decir que somos bélicos, intransigentes, que no nos gusta la paz”.

Así como ellos nos ven, así nosotros debemos saber interpretar, que somos un pueblo luchador, algo que en distintos momentos de nuestra vida como nicaragüenses, hemos tenido que ser, de enfrentarnos a distintos retos que nos ha puesto la vida, que nos han impuesto los países que se creen intocables, gobiernos y clases oligarcas que se creen superiores a este pequeño país, Nicaragua.

El maestro Julio César Abaunza Flores durante la conferencia sobre La Gesta Heroica y Revolucionaria de Sandino.

En este sentido, agregó que los nicaragüenses “debemos saber interpretar que somos un pueblo de luchadores, algo que hemos demostrado en distintos momentos de nueva historia, que hemos tenido que enfrentarnos a distintos retos que nos ha puesto la vida, que nos han impuesto los países que se consideran intocables, los gobiernos y clases oligarcas que se creen superiores a este pequeño país, Nicaragua”.

Circunstancias que forjaron el pensamiento antimperialista de Sandino

Este análisis fue la entrada de su conferencia “La Gesta heroica y revolucionaria de Sandino”, quien se formó precisamente al enfrentar a esas condiciones difíciles que vivió desde su niñez y de las circunstancias que sufrió durante su desarrollo, siendo testigo del asesinato del general Benjamín Zeledón, asesinado a la edad de sólo 33 años, por las tropas invasoras yanqui el 4 de octubre de 1912, siendo arrastrado desde una carreta tirada por bueyes por las calles de Catarina, Masaya, para atemorizar a la población.

La última conferencia será impartida el jueves 13 de octubre de 2023, sobre el tema De la oscuridad neoliberal al sor de la revolución.

Sin embargo, consideró que como en Nicaragua mucho se habla de Sandino, y por ser sandinistas, a los nicaragüenses se les escapan algunos elementos para comprenderlo plena y totalmente, como los que él vivió.

Explicó que las circunstancias fueron las que forjaron el pensamiento de Sandino y lo empujaron a su lucha contra las oligarquías liberal y conservadora que se disputaban el dominio del país y se aliaron con los expansionistas yanqui.

Nicaragua era un país muy pequeño, que estaba saliendo de la guerra nacional y contra el filibustero William Walker, quien llegó a Nicaragua a petición de las oligarquías liberal y conservadora que estaban enfrascados en una guerra civil.

“Cosas inauditas que un estadounidense vino y se hizo presidente de Nicaragua e instaló como idioma oficial al inglés y hasta estableció la esclavitud en Nicaragua. Eso es inaudito. ¡Cómo entender que un individuo yanqui venga a hacer esas cosas en Nicaragua, solamente desde la prepotencia, de la soberbia que tienen estos países, son capaces de generar a este tipo de individuos!”, analizó.

Dirigentes de la UNEN FAREM Chontales participando en las conferencias.

Eventos que marcaron el pensamiento de Sandino

El maestro Abaunza Flores detalló parte de los eventos sufridos por el pueblo nicaragüense debido a las ambiciones de las oligarquías liberales y conservadoras por el control del país, hasta pedir la intervención estadounidense como garante de uno o del otro en el dominio de Nicaragua.

Las guerras internas entre las oligarquías liberales y conservadoras entre Emiliano Chamorro, Adolfo Díaz, José María Moncada, que se extendieron desde 1910 hasta 1930, período fue asesinado Benjamín Zeledón el 4 de octubre de 1912, acto que fue presenciado por Sandino en Catarina, siendo aún adolescente, lo que, en vez de atemorizarlo, lo marcó para siempre.

Recordó los Pactos Dowson, que era una comisión mixta integrada por un nicaragüense y estadounidenses que controlaban al país, de control hasta de los servicios aduaneros y tampoco dejaron construir un ferrocarril para unir a la región del Pacífico con la región atlántica.

Sandino trabajando en México

Fue en estas circunstancias que Sandino regresó a Nicaragua en 1926, luego de haber emigrado por varios países centroamericanos y llegado a trabajar en las bananeras y en la Huasteca Petroleum Company de México, donde conoció de las luchas obreras.

Regreso de Sandino a Nicaragua

Sandino regresó al país para sumarse a la lucha armada que mantenían las oligarquías liberales y conservadores, trabajando en la mina San Albino, organizando al “Ejército Defensor de la Soberanía Nacional”, su “Pequeño Ejército Loco”, como le llamó la poetisa chilena Gabriela Mistral, con apenas 30 hombres de origen campesino en San Rafael del Norte.

Pacto del Espino Negro

Otro evento de dominación al que Sandino enfrentó fue a los Acuerdos Stimpson-Moncada o “Pacto del Espino Negro”, firmado en Tipitapa el 4 de mayo de 1927, en que se obligaba a todos los alzados en armas a entregarlas a cambio de 10 dólares.

Sandino se negó a desarmar su tropa y vender sus armas porque se oponía a la ocupación de Nicaragua por una fuerza extranjera como lo hacía José María Moncada, entregar el país a los invasores.

Sandino selló el honor de Nicaragua con su propia sangre

De esa manera, Sandino selló el honor de Nicaragua, oponiéndose a la dominación gringa y la entrega de la patria por los oligarcas liberales y conservadores.

Así, Sandino inició la Guerra Nacional contra la ocupación estadounidense, hasta que finalmente, cuando los invasores habían sido expulsados del país, el 21 de febrero de 1934, luego de haber firmado la paz, el general Anastasio Somoza García, director de la Guardia Nacional, fue traicionado, siendo capturado y asesinado tras acudir a una cena en La Loma de Tiscapa, donde estaba el Palacio Presidencial.

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