Un apretón de manos o un fuerte abrazo en silencio puede ser suficiente para superar las angustias

Para atender de manera acertada y mucha sensibilidad humana a personas víctimas de violencia común, intrafamiliar, por drogodependencia, violaciones, a mujer y niños víctimas de acoso o abusos sexuales, los jueces, psicológicos y maestros de las escuelas deben estar muy bien capacitados y controlados emocionalmente para transmitir esa tranquilidad y seguridad que necesitan los pacientes para mejorar sus situación personal y su calidad de vida.

Con ese objetivo, el Maratón Terapéutico fue impartido en el auditorio del Instituto “Josefa Toledo de Aguerri” por la profesora MSc María de Lourdes Ruiz Díaz, de la UNAN FAREM Chontales, a los 30 estudiantes del IV año de la carrera de Licenciatura en Psicología.

Profesora María de Lourdes Ruiz Díaz, docente de Psicología de la UNAN-FAREM Chontales

Entre los estudiantes que recibieron la terapia hay funcionarios de la Corte Suprema de Justicia; entre estos Fiscales, Defensores Públicos, jueces y abogados del departamento de Chontales. También enfermeras y directores de centros escolares y maestros de primaria y secundaria del departamento.

Esta terapia grupal es de mucha utilidad para ellos, dado que además de distensionarles, aprenden a desarrollar estos conocimientos psicológicos para atender a las personas con diversos problemas de violencia que requieren los servicios del Poder Judicial, lo mismo que maestros que atienen a niños y adolescentes en las escuelas de secundaria; para orientarlos y ayudarles a superar los problemas de violencia que vivan en sus hogares, centros de trabajo o, incluso, en lugares públicos.

Tanto ayudan un abrazo o unas palabras de aliento para bajar las tensiones causadas por el trabajo o por momentos difìciles

Un abrazo puede darte la fortaleza que necesitas

Esta clase es parte de la asignatura de Psicoterapia I de la carrera de Psicología para el primer semestre del 2017 y se hizo como “maratón”, saludándose en silencio y dándose fortaleza, comenzando con uno del grupo que se sentó al centro del círculo que formaron los 30 estudiantes, sentados o acostados en el piso sobre toallas o almohadas.

Uno a uno pasaba en silencio saludando o dando bromas con gestos al estudiante, hasta que pasaban los 30. Luego el segundo estudiante y se repetía la terapia. Así hasta terminar todos.

Con ello se pretende que los estudiantes tengan la vivencia de algunas prácticas terapéuticas y comprendan de manera directa en que consiste el proceso terapéutico, afirmó la profesora Ruiz Díaz.

Agregó que con esta terapia intensiva y directa con el paciente, se tiene como objetivo el lograr el alivio las tensiones o vencer los miedos que por arraigados que estén, liberen a la persona lesionada psicológicamente o que padece de momentos de tristeza profunda.

Las víctimas de violencia intrafamiliar, laboral o niños que sufren de acoso en las escuelas pueden superar los traumas si reciben un abrazo fuerte, pues les da confianza en que no están solos y que tienen el cariño de sus amigos y familiares

También que les haga sentirse respaldados por sus amigos, compañeros de trabajo y que el psicólogo o el maestro le haga sentir bien y comprenda que hay personas que están con ella para ayudarles superar a esos momentos duros.

Incluso que un director o maestro de escuela ayude a sus estudiantes a no dejarse lesionar en su estado emocional por las personas que ejercen violencia sobre ella y que más bien ella esté fortalecida mentalmente para contribuir a mejorar las relaciones familiares y que no haya más violencia en casa.

¡A la libertad por la universidad!

 

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