Obreros edilicios del servicio de limpieza son vitales en la protección del medio ambiente

Estudiantes de Cuarto año y docentes de la carrera de Ingeniería Ambiental y el Decanato de la Facultad Regional Multidisciplinaria de la UNAN Managua en Chontales, dieron un merecido reconocimiento a los trabajadores del área de limpieza de calles de la Alcaldía de Juigalpa, departamento de Chontales, porque con su la ardua labor para mantener limpia a la ciudad contribuyen a la salud de la población, a la protección del medio ambiente del municipio y ayudan a que el lago de Nicaragua sea menos contaminado.

El acto en que también fueron saludados por el Julio César Abaunza Flores, Decano de la UNAN FAREM Chontales, se efectuó en el sábado 13 de abril del corriente 2019 en el Auditorio “13 de Diciembre de 1995” de esta facultad.

El doctor Julio César Abaunza Flores entregando camisetas y gorras a obreros del servicio de limpieza de calles de Juigalpa

Este evento de reconocimiento a estos obreros edilicios es coincidente con la conmemoración del Día Mundial de la Tierra, celebrado el 22 de abril en todo el mundo, con el objetivo llamar a gobiernos y habitantes del mundo a la defensa de la naturaleza con acciones que contribuyan a su protección del medio ambiente, evitando la contaminación de las aguas, del subsuelo y contener el despale de los bosques, causando el recalentamiento global.

Además de reconocer el trabajo de vital importancia para la ciudad, los estudiantes dieron regalos como camisetas y gorras a los obreros, además de otros reconocimientos a su digno trabajo.

Una labor muy digna y de servicio a la sociedad

Al saludarlos, el maestro Julio César Abaunza Flores empezó reconociendo esa gran labor que hacen los trabajadores de limpieza de la comuna, al expresar que ellos “son personas que día a día se dedican a esta labor muy digna, poco reconocida y que muchas personas no quieren hacerla por distintos prejuicios, pero es una labor muy necesaria para nuestra sociedad y para nuestras familias”

Estudiantes y docentes de la carrera de Ingeniería Ambiental

Afirmó que la situación ambiental no es solo una discusión. “Es un tema que nos mejora la vida o nos la desgracia, pero es una realidad” y se respaldó poniendo como ejemplo a la ciudad de Juigalpa que conoció en su niñez y adolescencia, con la Juigalpa actual, pasando de una ciudad con un clima fresco y agradable, una ciudad rodeada de bosques y verdor, con ríos y quebradas con aguas transparentes y de uso de la población, a una ciudad calurosa y de quebradas y ríos desaparecidos, en cuyos cauces sólo hay piedras y pequeñas corrientes de aguas putrefactas.

“Esa es una realidad, para quienes hemos vivido diferentes etapas en Juigalpa. Como yo que nací y crecí en esta ciudad” y que “hemos visto diferentes procesos de cómo nuestra ciudad ha venido cambiando en el aspecto climático, de manera radical y profunda”, se lamentó.

Relató que cuando era un chavalo creció en el barrio La Cruz Verde de esta ciudad, bajo el cuido de su abuelita, en la época de invierno las lluvias eran constantes, torrenciales y con rayería, por lo que su abuelita llamaba a todos los niños a estar dentro de la casa, pues a ellos les gustaba la lluvia y hacer barcos de papel para ponerlos en la corriente.

“Ese era el ambiente climático con meses lluviosos y un clima agradable, fresco, y ahora me percato porque lo siento en carne propia del calor angustiante, sofocante que hay en nuestra ciudad”, comparó.

Presentación del grupo de danza de los trabajadores administrativos de la UNAN FAREM Chontales

De ríos caudalosos a cauces de piedra, arena y aguas negras

Agregó que como su abuelita era comerciante, ella siempre lo llevaba de acompañante en sus travesías bursátiles y durante el trayecto cruzaban ríos y quebradas caudalosas que habían dentro y en las salidas de la ciudad, pero ahora desde los puentes ya no ser observa agua, sino sólo piedras y arena.

Otro lugar muy visitado y bonito que había en la ciudad era la Poza El Sol, que estaba ubicada hacia el Oeste del motelito El Zorro, donde había un enorme y frondoso árbol y en el pie del mismo una gran poza de aguas cristalinas y frescas, desde el cual los chavalos y jóvenes, muy felices, se hacían clavados. Pero “ahora veo que hay sólo un pequeño cauce de aguas negras”

Un obrero poniendo en práctica una de las técnicas de levantamiento de cosas pesadas para no dañarse la columna vertebral

También le da mucha tristeza ver que desapareció el precioso Río Mayales que cruza la ciudad, que ahora es una corriente de aguas negras, porque le caen todos los cauces de aguas putrefactas que antes fueron de aguas cristalinas y dominadas por peces y caracolitos negros y ya no se diga de su hermoso caudal. Desde el puente La Tonga sólo se observa una corriente contaminaba, dijo con tristeza.

“Eso –ríos caudalosos y de aguas cristalinas- ahora no lo vamos a volver a ver, a menos de que haya un retroceso de los daños ambientales que a diario le producimos a nuestra naturaleza. Es evidente del inmenso daño ambiental que los seres humanos le hemos producido a la naturaleza, a nuestra comunidad, a Juigalpa”, y “al departamento y la región que han venido sufriendo un daño terrible”.

Debe evitarse un mayor desastre ambiental

Destacó que la importancia del trabajo que desarrollan estos obreros de la municipalidad en beneficio de la ciudad y de la población, porque de esa manera apoyan la protección del medio ambiente, aunque la basura no reciba tratamiento donde es depositada, al pasar casa por casa recogiendo los desechos. “Ustedes contribuyen, en gran medida, a evitar un mayor desastre ambiental. Y no es que quiera proyectar una imagen de desastre, pues el daño es evidente, muy evidente”, reiteró.

Una de las presentaciones que el Grupo de Danza Lovigûisca hizo a los obreros de la Alcaldía de Juigalpa

Reconoció el esfuerzo que hacen los estudiantes de Ingeniería Ambiental y sus docentes en beneficio de la naturaleza, pero advirtió que se necesita hacer mucho más en defensa de la naturales, pero que se necesita la participación de toda la comunidad, porque “los daños ambientales son grotescos, son terroríficos. Son daños que nos afectan a todos y sobre todo a todas las futuras generaciones”, recalcó.

Además de estas reflexiones, los estudiantes también dieron conferencias a los trabajadores sobre las medidas de seguridad que deben poner en práctica durante el desarrollo de su trabajo; entre estas las posiciones que deben tener al levantar sacos de basura para no lesionarse la columna, los pesos que pueden levantar solos y cuales entre dos compañeros, de los equipos de protección para evitarse lesiones en las manos, entre otras.

También hubo presentaciones artísticas de los grupos de danza Lovigûisca y del los trabajadores administrativos de la UNAN FAREM.

¡2019: Año de la Reconciliación!

¡A la libertad por la Universidad!

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