Carlos Martínez Rivas era un poeta con capacidad de reinventarse cada día, luchando por mantener su alma libre

La comunidad universitaria de la Facultad Regional Multidisciplinaria de la UNAN Managua en Chontales (UNAN FAREM Chontales) rindió un homenaje a Carlos Martínez Rivas, uno de los tres grandes poetas nicaragüenses después de Rubén Darío.

Este gran homenaje lo efectúa la UNAN Managua desde 1999 en todas sus facultades. Esta es la XX Jornada Carlos Martínez Rivas, a quien muchos críticos lo comparan como uno de los más grandes poetas nicaragüenses después de Rubén Darío, como afirmó Leonardo Boff durante un análisis que hace de la poesía latinoamericana.

Estudiantes y maestros durante el acto de homenaje al poeta Carlos Martínez Rivas

El evento se efectuó el 4 de noviembre del corriente 2019 en el Auditorio “13 de Diciembre de 1995” del Recinto Universitario “Cornelio Silva Argüello” de la Facultad Regional Multidisciplinaria de la UNAN Managua en Juigalpa, Chontales (UNAN FAREM Chontales).

En el acto que participaron docentes y estudiantes de diversas carreras del turno matutino de esta facultad, fue organizado por el Departamento de Ciencias de la Educación y Humanidades y los maestros de la carrera de Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas y la apertura del mismo la hizo el doctor Marcos Antonio Reyes Centeno, Vicedecano de la UNAN FAREM Chontales.

Un poeta es un alma libre

La profesora Martha Elizabeth Téllez al declamar “La puesta en el Sepulcro», poema de Carlos Martínez Rivas

“Un poeta tiene que tener la capacidad de desaprender, de reaprender, de deshacerse, de reconstruirse, de doblarse, de enderezarse, de reinventarse y de recrearse y, en ese proceso, tiene que mantener una constante revolución interna, una lucha interna con todos aquellos conceptos y prejuicios que lo atan, que no lo vuelven un alma libre”, expresó el doctor Reyes Centeno, estableciendo así una relación sobre lo que fue la vida de Carlos Martínez Rivas, el poeta de la “Insurrección Solitaria” o también el “Poeta sin ideología”, como él se definía.

Seguidamente el maestro Reyes Centeno agregó: “Claro, sin llegar al extremo de uno de los poetas sobre el que cuenta Darío, de aquel que escribió un poema al final y se pegó un balazo en la cabeza.

Y el maestro leyó una estrofa de aquel poema al que hace referencia Rubén Darío en su libro “El Pájaro Azul”, que decía así:

El maestro Henry Alexander Murillo explicando el contenido de la obra de Carlos Martìnez Rivas y especialmente del mensaje que da en su poema «La Puesta en el sepulcro»

“¡Sí, seré siempre un gandul,

lo cual aplaudo y celebro,

mientras sea mi cerebro

jaula del pájaro azul!”

El poeta se hizo un balazo en la cabeza luego de escribir este poema, en que dejaba entender que estaba enfermo y afirmaba que a su cerebro estaba preso, como el pájaro azul que estaba encerrado en una jaula y èl quería que alzara vuelo, explicó el profesor Reyes Centeno.

El poeta era “el pobre Garcín”, como refiere Darío en su obra  El Pájaro Azul, en el que explica que cuando él -Darío- y  sus amigos llegaron a buscarlo en su habitación en la ciudad de París, lo encontraron ensangrentado, muerto en su lecho y en sus manos tenía su poema, con la última estrofa que decía: “Hoy, en plena primavera, dejó abierta la puerta de la jaula al pobre pájaro azul”. Es decir, que había dejado libre al Pájaro Azul, a su pensamiento”, cerró su análisis el maestro Reyes Centeno.

También se presentó un video en que Carlos Martínez Rivas se autodefine como “Un poeta sin ideología” y explica las razones de por qué se considera así.

Comienza explicando que él no es “… exactamente un poeta sin ideología. Soy un hombre sin ideología. Yo no tengo un ideal. Yo jamás he tenido un ideal” y seguidamente se pregunta: “¿Qué se puede llamar un ideal? ¿El deseo de qué? ¿De qué se forme una Corporación de hombres felices y exentos de sufrimientos y de pobreza?

Seguidamente el poeta se responde: “No existe. Imposible en este mundo. No puedo tener ideal de que el Cristianismo sea una realidad. Por tanto, no tengo ideas tampoco, porque las ideas son como consignas de la mente. Ni ideologías que, es ya, esas ideas y esos ideales en un total de lo que llaman los alemanes el “Weltanshauung”, “Concepción del mundo”. O sea que yo no tengo Weltanshauung. Yo, lo que tengo es simplemente pensamientos. Si se me ocurren en el día, se me marchitan en la noche”.

El Grupo Trova de la UNAN FAREM Chontales durante el homenaje a CMR, como se firmaba Carlos Martìnez Rivas

Y así fue la vida de este gran poeta nicaragüense, a quien un día de tantos se le marchitó la vida del autor del poema “El Paraíso Recobrado”, solo en su casa en el reparto Altamira de Managua, ubicada de donde fue La Vicky unas dos cuadras hacia el sur, donde un día fue encontrado muerto, solitario, solo acompañado de sus gatos, el 16 de junio de 1998. Su vida había llegado a “La Puesta en el Sepulcro” y su “Pájaro Azul” había abierto la jaula y volado libre.

A continuación, la profesora Martha Elizabeth Téllez, Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, declamó “La puesta en el Sepulcro” de Carlos Martínez Rivas, el que según los relatos del poeta, lo escribió durante un período de 30 años, hasta que estuvo satisfecho con su obra y la dio a conocer, mismo que en una de sus estrofas dice:

“Cuando ya no me quieras.

Cuando ya no me quieras

y no podamos estropear nada

porque nada estará vivo y confiado.”

Y la crítica a este magnífico poema “La puesta en el Sepulcro” la hizo el Licenciado Henry Alexander Murillo, docente de Lengua y Literatura Hispánicas de la UNAN FAREM Chontales.

¡2019: Año de la Reconciliación!

¡A la libertad por la Universidad!

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